CIRUGÍA DE VIA BILIAR

a neoplasia papilar intraductal de la vía biliar (iPNB) es un cáncer poco común que es contraparte de la neoplasia mucinosa papilar intraductal (iPMN). Kamyab y Jacobs1 reportan el caso de un paciente masculino con dolor abdominal en el cual se encontró una masa quística que parecía adherirse al hígado; se realizó resección quirúrgica y el resultado de patología reveló una iPMN de la vía biliar. Debido a que no se han establecido las similitudes y diferencias entre iPNB e iPMN, no existe un algoritmo diagnóstico y terapéutico. Por lo tanto, la resección quirúrgica con márgenes amplios es la más recomendada, debido al potencial de transformación maligna.
La colangitis piógena recurrente es una enfermedad caracterizada por la presencia de cálculos intrahepáticos y cuadros de colangitis a repetición, en los que puede coexistir o no estenosis biliar, conductos biliares ectásicos dilatados, abscesos o atrofia hepática. El tratamiento consiste en la extracción del cálculo con un drenaje adecuado o la remoción del tracto biliar afectado; en casos menos severos se indica drenaje biliar operatorio. En un estudio retrospectivo2 que incluyó a 51 pacientes, 30 se sometieron a drenaje biliar operatorio y 21 a hepatectomía con o sin drenaje biliar. No se encontró diferencia entre las tasas de fallo inicial o a largo plazo en los 2 grupos de tratamiento.
En la patogénesis del carcinoma hepatocelular de tipo ictérico, la obstrucción biliar intraluminal puede ocurrir por la migración de restos del tumor, crecimiento retrógrado en la vía biliar o hemobilia secundaria a sangrado del tumor. Aunque el pronóstico de esta patología ha sido reportado como adverso, varios estudios concluyen que la supervivencia global de estos pacientes es similar a la de aquellos sin ictericia, y que la buena paliación y cura ocasional son posibles con el tratamiento adecuado. Koh et al.3 reportan una serie de 5 pacientes para evaluar los resultados del tratamiento quirúrgico en colangitis piógena recurrente. La intervención quirúrgica es una opción de tratamiento viable que puede ofrecer una paliación razonable y supervivencia en estos pacientes.
Las complicaciones biliares son la causa principal de morbilidad quirúrgica posterior a trasplante hepático, con una incidencia estimada en un rango de 10% a 40%. Debido a que no existe un estándar para catalogar las mismas, su clasificación no se encuentra bien documentada. Neville et al.4 proponen un sistema basado en 3 componentes y localización anatómica: estenosis (intrahepática, hepático común o anastomótica), fugas (anastomóticas y no anastomóticas) y defectos de llenado. Realizaron un estudio con 189 pacientes, 76 de ellos con complicaciones biliares. Los componentes de la clasificación propuesta muestran una estrecha relación con el resultado clínico, siendo el factor de «estenosis» el que más fuertemente se asocia a readmisión hospit a la ria. Est a cla sifica ción re qu ie re de va lida ción subsecuente.
Con el objetivo de reducir el riesgo de morbilidad quirúrgica posterior a trasplante hepático y poder llevar a cabo intervenciones dirigidas a estas complicaciones, Marthur et al.5 realizaron un estudio retrospectivo en el que analizaron los efectos de la colocación profiláctica de férulas durante el trasplante hepático ortotópico en el postoperatorio. Se analizaron 434 receptores de trasplante hepático de donantes cadavéricos. Se les colocó férulas biliares al 30.7% durante la cirugía, las cuales se asociaron con una disminución de 30% en el riesgo de complicaciones biliares y de 46% en el riesgo de requerir CPRE. Concluyen que la colocación de férulas biliares transoperatorias reduce significativamente el riesgo de fugas y estenosis tras el trasplante hepático, así como la práctica subsecuente de procedimientos invasivos. La coledocolitiasis está presente en un 6% a 12% de las personas que padecen colelitiasis. Posterior a la exploración de vías biliares, pueden realizarse 2 procedimientos para el cierre de la coledocotomía: coledocorrafia primaria y drenaje de tubo en T. En un meta-análisis6 de ensayos clínicos controlados que reportan resultados perioperatorios de estas 2 intervenciones, se encontró que la coledocorrafia primaria debe ser el método de elección posterior a coledocotomía en la exploración de vías biliares, ya que está asociada a disminución de la duración de la estancia y menos complicaciones generales comparada con el drenaje de tubo en T.